Frank Sinatra: "Carlos Gardel me salvo la vida"
por José, el de la quimera
Gardel, apodado "El Zorzal Criollo", tenía registro de barítono, con extensión de dos octavas y una capacidad torácica de 7 litros, lo que le hubiera permitido cantar en la ópera, como alguna vez le propuso Enrico Caruso. Sus cuerdas vocales se comparan con las de Caruso, Sinatra y la Callas. Desde el 1 de setiembre de 2003, la voz de Carlos Gardel es Patrimonio de la Humanidad, declarada por la UNESCO, en su registro Memoria del Mundo, junto a otros documentos históricos, entre ellos, los manuscritos originales de la Novena Sinfonía de Beethoven. En esta canción se aprecia bien la calidad de la voz de el Zorzal:
Carlos Gardel y Mona Maris
El día que me quieras
El joven Frank Sinatra prontuariado
Pero, que tiene que ver Gardel con Sinatra? Cuando El Zorzal filmaba en Nueva York en 1934, cantaba en la cadena NBC en la radio, con la orquesta de Richard Hommer y era anunciado como el "barítono argentino", todos los días a las nueve de la noche. Una de esas noches llega a la radio un pibe del barrio Hoboken de New Jersey llamado Francesco Albertino Sinatra Agravantes, hijo de genovesa y siciliano, que a los 18 años de edad había ya sido sido expulsado de la escuela y había realizado varios trabajos, como camionero, repartidor de diarios, cadete, etc., que terminaban siempre en despido por su mala conducta.
Sinatra, que fue con su novia Nancy Barbato, quedó impresionado con la voz del Zorzal y cuando terminó el programa se acercó para saludarlo. Un poco en italiano y algo en español empiezan a hablar. Nancy entonces le cuenta al Zorzal que Frank está perdiendo su tiempo ya que canta muy bien y en lugar de educar su voz, está todo el día con malevos (bravacci), lo que le costó más de una vez entrar en las comisarías. Gardel entonces le pone la mano en el hombro y le dice:
"Mira ragazzino, cuando yo tenía tu edad, andaba allá en Buenos Aires como vos andás ahora en Nueva York. Pasaba todo el día en compañía no muy recomendable cerca del mercado de Abasto, con malevos como los que vos frecuentás. Especialmente con unos malandrines genoveses, los fratelli Traverso, cuyo padre tenía una fonda llamada O´Rondeman, que era una guarida de la Mano Negra, la Camorra y tutti cuanti. Lógicamente cada dos por tres me portaban en galera. No te voy a decir que ahora soy un santo, pero el cantar no solo me dio fama y fortuna, también me apartó de ese ambiente donde sólo me esperaba pudrirme en la cárcel o morir violentamente".
Sinatra se atreve a preguntarle:
"Mister Gardel, ¿usted qué me aconseja que haga?".
Gardel le contesta:
"Por lo pronto ragazzino, aprovecha que estás aquí en la radio y anótate en un concurso de cantantes que creo se llama Major Bowes Amateur Hour. Hacelo ragazzino que con probar nada se pierde".
Frank y Nancy Café O'Rondeman
Entonces Sinatra se presentó a ese concurso acompañando al trío "Three Flashes", que para ese evento se llamó "Hoboken Four" (todos vivían en ese barrio de Nueva Jersey) y ganaron el primer premio, lo que les llevó a una gira financiada por el programa.
Mucho tiempo después, Frank Sinatra llegó en agosto de 1981 por primera y única vez a la Argentina y debutó en el Luna Park de Buenos Aires ante 20000 personas. Dijo que apreciaba mucho a los argentinos. Le gustó el asado y al vino lo calificó de excelente. Según "La Voz", el espectáculo que dio en el Luna Park fue uno de los mejores shows que había realizado y comentó: "Se me puso la piel de gallina". ¿Por qué tanta generosidad con este país? Muy pocos supieron que el día anterior, convenientemente disfrazado se hizo llevar hasta la zona del Abasto, el barrio del Zorzal. Había pedido al agregado cultural de la embajada norteamericana, que lo acompañaba, que tratara de ubicar dónde había estado el Café O´Rondeman. Este lo llevó a la esquina de Agüero y Humahuaca, donde un terreno baldío dejaba ver entre yuyos los viejos cimientos del Café. En esa fría tarde porteña, Sinatra sacó de su sobretodo una vieja y amarillenta entrada de un espectáculo radial de 1934, la besó, la puso en tierra y para asombro de todos dijo en un castellano casi fonético:
"¿Dónde estarán Traverso, el Cordobés y el Noy, el pardo Augusto, Flores y el morocho Aldao… los guapos del Abasto rimaron mi canción".
El cantor de Buenos Aires
Tango 1936
Musica:Juan Carlos Cobian
Letra: Enrique Cadicamo
Canta: Roberto Goyeneche
"Gracias por ayudarme a vivir, Sr. Gardel!"