El cabeceo, más práctica que teoría
por José, el de la quimera

versione in italiano

Index

Home

El cabeceo, que casi todos los que bailamos tango sabemos en que consiste, es la señal que se hace con la cabeza para invitar a una dama en la milonga. Es un método que le permite a la dama elegir con quien bailar y al caballero evitar rechazos. Pero, en este artículo no voy a tratar principalmente la teoría, que pueden encontrar en muchos sitios web sobre tango, sino su aspectos prácticos, donde surgen verdaderamente los problemas.
Una cosa es la teoría y otra muy diferente es la práctica, o sea, hacerlo y que sea efectivo depende de varios factores, no es tan simple y “romántico” como se pretende en varios artículos publicados sobre el tema. Algunos de esos factores son:
  • A quien se dirige el cabeceo
  • Donde está uno sentado
  • La psicología de los bailarines
  • Si uno es o no es nuevo en esa milonga
  • La estructura, el tamaño y la iluminación de la sala de baile
  • La ubicación de las damas y caballeros
  • El momento para realizar el cabeceo
  • Si la milonga es en Argentina o en otro país
Analicemos uno por uno:

A quien se dirige el cabeceo: No todas las damas presentes en la sala están dispuestas a recibir el cabeceo, al menos "tu" cabeceo, por varios motivos. Para empezar con casos típicos de rechazo, tenemos a las "expertas" o a las que se creen "expertas" y pertenecen a un grupo de personas que se conocen. Esas damas responderán, generalmente, al cabeceo de caballeros del propio "branco" o grupo, e incluso, muchas veces no existe cabeceo y el caballero va a invitar directamente a la dama. Lo he visto muchas veces, al diablo el cabeceo!. Este es el caso típico de "tango incesto" ya discutido en un artículo precedente (Tango incesto). Digo "expertas" y "expertos " con comillas porque muchas veces bailan por debajo de la media, aunque creen ser "elegidos ". La principiante, aún aquella del grupo de "tango incesto ", está siempre bien dispuesta y acepta la mirada, con alguna hesitación cuando es tímida, porque sabe que a bailar se aprende bailando y no con las lecciones, por lo tanto hay que "hacer rodar el auto ". Muchas veces se puede evitar el cabeceo e invitar directamente a las principiantes, sin cabeceo digo, si uno las vio bailar, y si realmente uno sabe como hacer bailar a una principiante sin exigirle nada difícil. Alguna vez serán "intermedias " y luego "avanzadas " o expertas. Otro caso muy común de rechazo de "tu " cabeceo es cuando la dama te vio bailar y no lo gustó tu estilo o vio que sos un principiante y no tiene ninguna intención de recibir tacazos o patadas en la pista por este motivo. Sí, porque una principiante puede bailar en una pista llena, pero un principiante no.

Donde está uno sentado: En primer lugar, hay que aclarar que dependiendo de la milonga las damas y caballeros pueden estar distribuidos en forma distinta. En "El Beso" de Buenos Aires por ejemplo, que tiene una estructura cuadrada, las damas se sientan en dos aristas enfrentadas del cuadrado (juntas) y los caballeros en las otras dos (juntos). En la milonga de "El Trovador", en la afueras de Buenos Aires, por ejemplo, las damas se sientan en grupo en mesas que están ubicados en forma "random" en la sala y los caballeros también. Donde estás sentado es muy importante, y depende si sos "habitué " de esa milonga y a que hora llegás. Si sos habitué te van a sentar en una mesa delantera donde vas a tener un ángulo sólido que te permita ver un fila entera de damas. Si suponemos que la pista es cuadrada, como la de "El Beso", vas a estar sentado cerca de un ángulo, pero no tan al medio de tu fila.
En general, el habitué ya tiene un lugar fijo que el organizador de la milonga le tiene asignado. Estos son los más aventajados, porque tienen buena visión y además tiene la posibilidad de invitar sin
cabeceo al grupo de "tango incesto" y otras damas

conocidas. Si no sos habitué es mejor llegar temprano para negociar con el organizador el lugar, pero generalmente los mejores lugares ya van a estar reservados, a menos que sea una milonga que no se llena. Con suerte te van a sentar en la primera fila de mesas. Mi experiencia me dice que el mejor lugar al que podés aspirar es un ángulo. En este caso, la cosa no va a ser fácil, porque si querés invitar a las expertas o avanzadas que están en la primera fila, solamente vas a ver una cabeza, la primera, que te va a cubrir las otras. Entonces es difícil, porque para cabecear te vas a tener que asomar, como cuando sacás la cabeza de la ventanilla de un autobus. De cualquier manera te quedan las damas de la segunda fila y tercera, si hay. Pero invitar a estas también es difícil porque el cabeceo puede ser no unívoco y se te van levantar dos o tres al mismo tiempo, una situación difícil, porque le vas a tener que decir a una dama que no era ella con la que querías bailar.
Este mismo problema se produce cuando dos damas están en la misma linea y en esta situación también te pueden salir dos. Muchas veces esto se resuelve con señas a la distancia. Si llegás tarde, te van a poner en segunda fila o tercera fila o bien en el fondo (en el depósito de las escobas :-) ) y acá sí que es difícil ejercer el
cabeceo porque nadie te va a ver, porque las damas solamente pueden discernir bien el cabeceo de los caballeros que están en primera o segunda fila.
En este caso, yo me levanto, me voy a la barra o a algún lugar estratégico donde univocamente pueda cabecear sin problemas. A veces, cuando empieza la tanda, como para ir al baño o a la barra, paso cerca de la dama target y la cabeceo, y muchas veces da resultados y te saca del paso.

La psicología de los bailarines: como en la vida, hay de todo y la milonga no es excepción. Hay damas y caballeros simpáticos y antipáticos. La forma de invitar refleja la psicología de la persona. Un caballero puede ser insistente y pesado con su mirada. Si una dama no quiere bailar, no hay que insistir, y generalemente no la cabeceo en las tandas restantes. "Tuvo su oportunidad y no la tomó ", se consuela uno :>). Este también es un riesgo para las damas, que no deben ser muy selectivas sino pueden perder varias tandas. El cabeceo, y la paciencia con la que uno lo ejerce, refleja la personalidad del bailarín en la vida diaria. Hay que ser paciente, si una dama te rechaza y es evidente, no podés invitar a las que está el lado, porque es claro que es un plano B y además la dama no debería aceptar. En este caso, no hay que desmoralizarse y probar en otras mesas. Y hay que tener en cuenta que una milonguera experta va a elegir y no va a bailar todas las tandas, porque depende de la orquesta y del nivel del caballero, así que muchas veces no se trata de tango incesto, sino de selección. Y esto también vale para el caballero, bailar todas las tandas solo por bailar puede no ser lo mejor, el baile de tango no se trata de una gimnasia, una competencia o una carrera.

Si uno es o no nuevo en esa milonga:
Ya vimos antes que si uno es nuevo puede incidir en la posición donde te van a sentar y cuales son sus problemas. Además, si no te conocen, las posibilidades de bailar son menores ya que las de "tango incesto " no te van a salir y a menos que te hayan visto bailar (y bien) las buenas bailarinas no te van a salir tampoco, a menos de cualquier buena sanmaritana :>). Esta es la ley de la milonga que sigue los principios darwinianos, como la naturaleza. La esperanza es alguna principiante, pero principiante más principiante en una milonga llena y con buenos códigos de navegación en pista, puede ser un elemento perturbador, mejor irse a la milonga bendita o maldita de San Telmo en Buenos Aires, donde cualquiera baila.
La estructura, el tamaño y la iluminación de la sala de baile: Si la sala es como la del "El Beso", o sea cuadrada, ya vimos antes como están distribuidos los bailarines y cuales son las posibilidades de aplicar el cabeceo. Si la sala es en forma de "L" y las pistas angostas como la de "Porteño y Bailarín", el cabeceo es mas complicado y a veces es caótico. En este caso conviene caminar por la sala y cabecear "al vuelo" o invitar directamente si te sentís seguro y no pasa nada si te rebotan o no. Hay salas muy grandes donde la distancia hace que el cabeceo sea muy difícil, a menos con un telescopio, y si además no te ponés los anteojos, es imposible. En muchas salas de este tipo el cabeceo no se aplica al 100 % y directamente cuando comienza la tanda, cuando la sala está todavía vacia, uno puede atravesar la sala e invitar directamente o con un cabeceo "de cerca" para no forzar la cosa. Si la dama no sale, uno sigue caminando. Este comportamiento es común y el rebote o rechazo es mínimo (los de "tango incesto" que habrán sido ya oportunamente identificados). De más está decir que si la sala no está iluminada, como muchas milongas en Italia, no hay cabeceo que valga. "A media luz" es muy romántico pero "niet" cabeceo.

La ubicación de las damas y caballeros: Esto es esencial porque puede hacer fracasar el cabeceo y la milonga. En una milonga romana recientemente se realizó el primer "experimento" serio de cabeceo. Para concurrir a la milonga había que reservar con anticipación. En base a esta información, los organizadores ubicaron a cada bailarín indicando la posición con una etiqueta en la silla, primer error, porque parte de los que reservaron no vinieron y lugares estratégicos quedaron vacantes. Nadie los ocupaba porque estaban reservados.
El segundo error se originó del hecho que habían más damas que caballeros. Siendo la sala rectangular, tres aristas (filas) estaban ocupadas por damas y una por caballeros. El resultado fue que muchas damas estaban fuera del alcance de
cabeceo, aún estando en la primera fila de asientos, imaginemos la segunda y tercera fila. Obviamente los que se conocían se invitaban ( "incesto") pero las nuevas y nuevos se quedaron sin bailar y algunas damas se fueron temprano por este motivo.
El tercer error fue la iluminación, muy tenue. En estos casos, hay algunas soluciones. Por ejemplo, si hay reservación previa, para evitar este tipo de caos, hay que igualar el número de damas y caballeros (esto se hace en una milonga famosa de Pradamano, en Friuli). Si no es posible y hay más damas, hay que ubicar en forma random a los bailarines, cuando entran y por orden de ingreso sin "bloquear" las sillas con nombres de personas que no vendrán. Esta es una tarea que improvisa el organizador, donde obviamente los "habitué" tiene la precedencia, algo que no se puede evitar. Mi posición en esta milonga fue practicamente la del "depósito de escobas" en tercera fila, donde el
cabeceo era practicamente imposible, una cosa absurda en una milonga donde hay muchas más damas. Obviamente, no estuve sentado ni un segundo en esa silla, aplicando soluciones alternativas.

El momento para realizar el cabeceo: Inmediatamente cuando termina la cortina hay que cabecear, porque cuando la sala está llena no es posible ver a las damas, solamente a las que están muy cerca, pero a estas seguramente ya las cabeceaste, con o sin resultado positivo. Si es posible caminar por detrás de las mesas, uno puede invitar con cabeceo "del tercer tipo " a alguna de las damas restantes, no todo está perdido. A veces, se puede cabecear al principio de la cortina, porque hay algunas damas que están atentas desde ese momento.
Es muy importante bailar, no solo por el hecho de bailar, sino porque desde esa posición privilegiada se puede hacer un "reconocimiento del terreno" o sea, distinguir bien la edad y el peso de las bailarinas que están aún sentadas. Esto, porque hay alguien que conozco que alguna vez confundió a una señora de 80 años con una chica de 20 :>). [He, he... n.d.r.] Esto no es más que una broma, por ejemplo, es agradable bailar con las señoras over 70 de "La Casa de Galicia", bailan mejor que muchas jóvenes. Es importante que la dama se levante de la silla solamente cuando el caballero esta en frente de ella, para que no haya ambiguedad, porque muchas veces se levantan dos damas ya que no es claro con quien quiere bailar el caballero.

Si la milonga es en Argentina o en otro país: El cabeceo se practica en la mayoría de las milongas en Buenos Aires y en contadas milongas en otros paises. Muchas veces, se propaganda la milonga en Italia y se dice que será con cabeceo, porque esto no es un "default". Además se dice que las damas y caballeros estarán sentados enfrentados. Hasta aquí todo bien, pero si va una señora nueva y no la cabecean o las damas ni miran al señor nuevo, todo esto no vale nada. No es solo practicar el cabeceo sino hacerlo con todos, suponiendo, como es obvio, que se sabe bailar. Son cosas que los maestros no enseñan, poco en Argentina y menos en Italia. No enseñan a cabecear, a navegar por la pista y no enseñan la ética de la milonga. Aunque esto último dependa de la psicología individual de los bailarines, hay una ética de comportamiento mínimo a seguir en una milonga, sino la milonga termina por desaparecer.
Uno de los aspectos, es que lo bueno no es bailar bien con quien ya conocés sino hacerlo por la primera vez con quien no conocés. Sino organizá una milonga en el comedor de tu casa y bailá con tus amigos y amigas. Aún en Argentina, no todas las milongas tienen
cabeceo estricto. En muchas milongas de barrio, generalmente pequeñas, se invita directamente y las damas salen a bailar sin problemas, aún si no te conocen. Todo es más familiar y amigable. Los "expertos" y "expertas " están generalmente en la zona céntrica de Buenos Aires, en las milongas donde se baila mejor y el hecho de que se baile mejor genera también subgrupos de "elegidos". También en Italia sucede, cuando aprenden a bailar o piensan que bailan bien (por ejemplo "verduleros" de la milonga según el gran maestro "Petroleo"), se produce este fenómeno. No es esta la filosofía del baile de tango como concepto de baile social.

José, el de la quimera