Tanguidad. Un estudio psico-sociológico

por José el de la quimera

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Que es la "tanguidad"? Como nació y evolucionó? Cuales fueron sus aspectos positivos y negativos? Lo que es cierto, es que fue algo exclusivo del porteño, del habitante de Buenos Aires. Que es la tanguidad hoy? Trasciende el escenario de Buenos Aires? Para responder a estas preguntas es necesario un estudio psico-sociológico e histórico del tango desde sus orígenes.

El sociólogo Julio Mafud define la tanguidad así: Es todo un estilo de vida. Toda una metafísica y una psicología que sostiene una suma de características argentinas y rioplatenses. Tanguero ya no es pura y únicamente quien canta o baila el tango. Es quien incluso, sin hacer nada de eso, vive y encarna el modus que hay tras la manifestación tanguística. Sábato (1963) expresa: Un napolitano que baila la tarantela lo hace para divertirse; el porteño que se baila un tango lo hace para meditar en su suerte (que generalmente es grela [disgrazia]) o para redondear malos pensamientos sobre la estructura general de la existencia humana.

La formación de la personalidad de un pueblo depende de las fuerzas socio-culturales. Es en Buenos Aires, donde nace el tango, principalemente en las "orillas", en los barrios periféricos. En Argentina hay tres etapas: la colonia, con el español, la criolla, con los gauchos y la inmigratoria en la segunda mitad del siglo 19 que trae la gran influencia europea, sobretodo la de los italianos. Este panorama es muy heterogeneo y de su integración nace la cultura del tango y la tanguidad.

El porteño (el habitante de Buenos Aires) se expresó en diversos modos con las palabras del tango, o más precisamente, el tango interpretó el sentir del pueblo. Como veremos, eso no significa que todos sepan tocar un instrumento, cantar o bailar en una milonga. En general, el porteño no baila tango. En una ciudad de 12 millones de habitantes los bailarines no llegan a 15 mil, un porcentaje ínfimo. Hay varias razones: tiempo, influencias culturales externas, dificultad para aprenderlo, etc. El tango se refleja también en la forma de relacionarse y en el lenguaje. Ortega y Gasset decía que para descubrir la filosofía de un pueblo, hay que analizar las palabras que no se pueden traducir. Y estas palabras están en las letras de los tangos. La tanguidad fue el alma de la ciudad, un concepto metafísico, holístico, que abarcó todos los aspectos del comportamiento humano, cultural, mental, social, económico, lingüístico. La tanguidad reflejó "el estado de ánimo" de Buenos Aires. Tuvo su punto cúlmine en los años 40, en la "época de oro", expresando actitudes como el amor por el barrio, la madre, la mujer, la guapeza, el honor, la gauchada (1), pero también generó una filosofía negativa que define al porteño con una personalidad parcialmente construida, individualista, debido a continuas situaciones políticas y sociales inestables (fraude electoral, golpes de estado, etc); orgullo exagerado y agresividad debido a esa inseguridad. Esto produjo una actitud individualista marcada, el "salvese quien pueda", una escasez de conciencia y solidaridad social.

Después de la época de oro el tango perdió su escenario debido a la evolución de la sociedad y al inicio de la globalización. Ya no existen los arrabales, los conventillos y los guapos, y la mujer está en paridad con el hombre, aunque la tanguidad, el modo de pensar, de sentir y de actuar, siguen vigentes, se hereda de generación en generación. El heredero del tango -- como música y letras que interpretaron la realidad del porteño -- fue el rock urbano, cantado en "argentino". "Avellaneda Blues" de Javier Martinez, por ejemplo, tiene letra de tango. Esto significa que la tanguidad sigue latente en el porteño.

"Avellaneda Blues" (1970)

Manal Música: Claudio Gabis
Letra: Javier Martinez

http://www.youtube.com/watch?v=8g5iwO56OfM

El país sigue estancado [fermo], porque a pesar de todos los recursos que tiene, no logra despegar. Esto mantiene la "mufa"(2), la angustia, la actitud escéptica, el individualismo, la "viveza" (3) para sobrevivir, conceptos que están bien reflejados en las letras tangueras.

Persiste el tango como "alma de la ciudad" en la figura de sus ídolos, Carlos Gardel sobretodo. Es más que un cantor ya que representa las virtudes y defectos de la porteñidad. Gardel empezó de abajo y triunfó (como individuo) y representa la amistad, la elegancia, la capacidad de seducir, la picardia. "Cada día canta mejor" se dice. Los tangos cantados por Gardel, compuestos por célebres poetas populares como Cadícamo y el "negro" Flores, contienen expresiones que estos poetas percibieron de la realidad social. Por ejemplo "tirate a dos puntas" (4) o "primero campaneala" (5) no se pueden traducir literalmente. Son expresiones que Ortega y Gasset definiría esenciales para entender la filosofía del porteño.

"Primero Campaneala" (1930)

Letra: Anselmo Aieta
Música: Enrique Dizeo
Canta: Carlos Gardel

http://www.youtube.com/watch?v=RQ7v945nAIw

Por otro lado, la admiración de ídolos por el porteño invoca el culto a la personalidad, la búsqueda del líder, el caudillo; lo admira y defiende porque cree que piensa y lucha por él.
Cuáles son las raíces de esta tanguidad, de esta actitud? Dos tipos humanos son determinantes en Buenos Aires. Primero está "El Compadre". Miguel A. Camino, en su poesía "El tango" dice:
Nació en los Corrales viejos,
allá por el año ochenta.
Hijo fue de una milonga y un “pesao” [el compadre] del arrabal [quartiere periferico].

En 1880 las orillas (arrabales) de Buenos Aires estaban poblado de asesinos, rufianes, prostitutas, vagos, linyeras, ladrones y existían bares con camareras, bailongos, prostíbulos, reñideros. Era una zona marginal, peligrosa donde la mujer era una mercancía, ya que había más hombres que mujeres y la ciudad se convirtió en el mercado de trata de blancas más importante del mundo. Ahi se encuentran el gaucho (mezcla de india y español), que se ve obligado a emigrar a la ciudad por el empuje de la "civilización", y el inmigrante, que "desciende" de los barcos.

De estos dos personajes surge el compadre. Del gaucho adquiere la habilidad de manejar el cuchillo, el individualismo, la melancolía, el desarraigo, y del inmigrante la nostalgia y la acentuación de la tristeza y la melancolía, ya que los dos sufrieron el desarraigo. El medio hostil de las orillas creó al compadre y al tango, que es una mezcla de ritmos africanos y músicas y canciones camperas y europeas, principalmente italianas. Fue también baile, no para divertirse, sino para expresar tristeza, coraje, drama, individualismo, competencia.
El compadre
El compadre es valiente, individualista, pendenciero, buen bailarín, dispuesto a batirse gratis por un amigo y no por un ideal o causa, a menos que se le pague. Generalmente al servicio del político de turno, la poesía "El guapo" de Evaristo Carriego lo define bien:

El barrio le admira. Cultor del coraje,
conquistó, a la larga, renombre de osado,
se impuso en cien riñas [rissa] entre el compadraje
y de las prisiones salió consagrado.

Las mozas más lindas del baile orillero [quartieri periferici]
para él no se muestran esquivas y hurañas,
tal vez orgullosas de ese compañero
que tiene aureolas de amores y hazañas.

Aunque le ocasiona muchos malos ratos,
en las elecciones es un caudillejo [capo]
que por el buen nombre de los candidatos
en los peores trances expone el pellejo [la vita].

El progreso de la ciudad extingue al compadre que reina entre 1880 y 1910. Lo sucede el "compadrito", un imitador, que también contribuye a la tanguidad, pero negativamente. El compadrito comparte con el compadre el hecho de ser un buen bailarín de tango, pero no tiene ni el coraje ni la personalidad del compadre. Es un "jailaife" elegante pero exagerando cada elemento del vestir (ver el artículo "Vamos a milonguear!" en este sitio web). Zapato de punta afinada con taco militar, ala del sombrero sobre los ojos, anillos sobre los guantes, camina con cadencia tanguera. Practica la "cachada", es decir, "tomarle el pelo" al otro sin que se de cuenta, algo que a Gardel le gustaba, y mejora el lenguaje del compadre, introduciendo nuevos términos y metáforas. El compadrito esta bien representado en la letra de "El porteñito" de Villoldo, aquí cantado por el mismo autor y luego ejecutado por Roberto Firpo en piano:

El Porteñito
Letra y música: Angel Villoldo

Soy hijo de Buenos Aires,
por apodo "El porteñito",
el criollo más compadrito
que en esta tierra nació.
Cuando un tango en la vigüela [chitarra]
rasguea [suona] algún compañero
no hay nadie en el mundo entero
que baile mejor que yo. ...

http://www.youtube.com/watch?v=BOg45ZrtPD4

La viveza del compadrito fue heredada por el hijo del inmigrante. Ser "vivo" era no ser "gil" (tonto), y era necesaria para protegerse de la cachada y para sobrevivir en un mundo de "vivos". El desarrollo económico y la integración de los arrabales a la ciudad hace que el compadrito desaparezca en los años 20, pero deja su "imprinting" en el porteño, o sea, la viveza, el buen vestir, el miedo al ridículo (a ser cachado) y la fanfarronería. Esto hace que el argentino (realmente el porteño) no sea bien visto en los otros paises de Latinoamerica. Hay muchas bromas sobre los argentinos, por ejemplo: " -¿Por qué un argentino mira al cielo y sonríe cuando relampaguea? -Porque cree que Dios le está sacando fotos." o ¿Como hacerse rico?... comprar un argentino por lo que vale y venderlo por lo que cree que vale."

El tango evolucionó con la sociedad. En las épocas del compadre y el compadrito (1880 a 1920) estaba prohibido en el ámbito de las familias debido a sus orígenes y a su carácter sensual y lascivo. Luego el estilo del baile y las letras se purificaron y fue aceptado, sobretodo cuando "regresó" de París. A pesar de esto, el "lunfardo", el lenguaje que usaron los delincuentes y marginados, permanece y se "ennoblece" a través de letristas notables como el "negro" Celedonio Flores, incorporándose al lenguaje corriente del porteño. Por ejemplo en el tango "Gorriones" (1926) lunfardo y romanticismo van de la mano:

La noche, compadre, se ha ido a baraja [si ritiro, da carte]
Y pinta la guía del sol en el cielo,
La luna es la bruja fulera [brutta] que raja [correre]
Y el sol, una rubia que se suelta el pelo.

Pero advierte la "tanguidad" de las clases populares y "reorienta" sus poesías, lo comprobamos en "Musa rea", menos romántica y más representativa del sentir del porteño:

Yo no le canto al perfumado nardo [fiore]
ni al constelao azul del firmamento.
Yo busco en el suburbio [quartiere] sentimiento...
¡Pa' cantarle a una flor... le canto al cardo!...
...
surge a torrentes mi mistonga [povera] musa:
¡es que yo tengo un alma rantifusa [popolana]
bajo esta pinta de bacán [eleganza] lustroso!

Quién otro que Julian Centeya para recitarlo:

http://www.youtube.com/watch....

Obras de arte de la expresión popular de aquella época son los tangos "Corrientes y Esmeralda" del negro Flores y "El ciruja" (1926)
"El ciruja"

Música: Ernesto de la Cruz
Letra: Francisco Alfredo Marino
Canta: Carlos Gardel

http://www.youtube.com/embed/DXDcOxr1tjo

Mascia (1970) expresa bien el significado de la tanguidad: "Por eso el tango fue mito. Porque generó un fenómeno literario-psicológico que no fue creado por un poeta, sino por toda una comunidad. ... Desde el café que fue el taller de las letras, el poeta popular captó, con gran diversidad de matices, las motivaciones de naturaleza social y psicológica de las clases populares". Y Mafud (1966) señala: "Una interpretación de la existencia, basada en subjetividades, intuiciones y apreciaciones espontáneas y reflexivas sobre la realidad y el universo". El escenario del tango es sin duda Buenos Aires pero los sentimientos que se exponen son universales. Hoy en día hay muchos "no porteños", no argentinos que dicen se sienten tangueros, no solamente porque bailan, sino por otros motivos más profundos. Sartre decía que para conocerse a sí mismo, hay que ser conocido por otro. Y para ser conocido por otro, hay que conocer al otro. El tango, bien entendido, puede ser un proceso de conocimiento de si mismo y del otro a través del baile y del estudio de su cultura. Y dicen que los esclavos negros se sentían libres cuando bailaban el candombe. Hoy no hay esclavos pero estamos presionados por infinidad de problemas, que desaparecen durante esos tres minutos que dura un tango.

Tanguidad y psicoanálisis están intimamente ligados, porque el tango fue la terapia de los pobres en gran parte de su historia, una especie de autoanálisis que consiste en cantar las tristezas para evitar la desesperación. Su música, sus letras y el baile fueron un remedio frente a la soledad y el desarraigo, un modo para liberarse o atenuar la nostalgia y la tristezas de la vida. Lentamente la tanguidad impregnó todas las clases sociales en Buenos Aires, donde hay la mayor densidad de psicólogos del mundo. Estos argumentos demuestran la importancia del tango en la formación de la identidad del porteño.

Hace unos años la tanguidad está siendo exportada a todo el mundo a través del baile, porque es necesario este vehículo para haya un "transfer" de emociones y no la música y la letra que son elementos pasivos. De este modo está naciendo una nueva tanguidad, fuera del ámbito del Rio de la Plata, que tendrá seguramente otros matices, negativos y positivos en función de la idiosincracia de cada sociedad.

Fuentes:

Mafud, J., 1966, Sociología del tango, Buenos Aires, Editorial Americalee.

Mascia, A., 1970, Política y Tango, Editorial Paidós.

Sábato, E., 1963, Tango, discusión y clave, Editorial Losada.

Tallon, J. S., 1959, El tango en sus etapas de música prohibida. Instituto Amigos del Libro Argentino.

(1) Hacer un favor.
(2) Mufa: En italiano significa "muffa".
(3) Viveza [Furbizia]: Inteligencia usada para engañar a los otros y no como virtud
(4) Viveza criolla. Por ejemplo: Busca ventajas inmediatas creando perjuicios ajenos, individuales o sociales.
(5) En positivo: Tener precaución. En negativo: Espera que las circunstancias trabajen para él y le resuelvan los problemas.

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